En la actualidad, el cambio climático es un fenómeno irreversible, por lo que solo nos resta aminorar los efectos secundarios que conlleva intentando encontrar modos nuevos de vivir en armonía con el planeta y la naturaleza.
A esto se suma el hecho del aumento exponencial de la población mundial, lo que implica producir más recursos y redistribuirlos entre un número mayor de personas y, entre estos recursos se encuentra el espacio que habitamos
El espacio que habitamos es el mismo, entonces si existe una cantidad de personas mayor, nos lleva a pensar en nuevos modos de habitarlos de manera equitativa y sostenible, es decir, en armonía con la naturaleza, sobre todo, el espacio urbano. Por esto, hoy en día está tan en boga hablar sobre alcanzar un desarrollo urbano sostenible, pero ¿qué es?
Según la Comisión de Brundtland, el concepto de “Desarrollo Urbano Sustentable o Sostenible” puede entenderse como una solución que satisfaga las necesidades del presente, sin comprometer las necesidades de las futuras generaciones. Este concepto es revolucionario en relación con el modo en que nos hemos acostumbrado a vivir y explotar los recursos naturales del planeta, un modo cortoplacista, sin altura de miras respecto de las generaciones que nos sucederán y sin considerar el daño que ocasiona, este modo de vivir, al planeta.
Pero ¿existe realmente un modo de aprovechar los recursos naturales del planeta sin afectar al medio ambiente ni comprometer los requerimientos de las generaciones futuras? La respuesta es sí y es a través del desarrollo urbano sostenible. Este tipo de desarrollo implica realizar grandes cambios que se relacionan con pensar en nuestras acciones, en cada nivel, de manera sustentable, lo que conlleva que en todo momento tengamos en mente y nos comprometamos con la conservación del planeta. Sin embargo, el desarrollo urbano sostenible abarca también en el contexto económico y social del ambiente, por lo que, requiere de un modo de pensar holístico e integral.
El desarrollo urbano sostenible presenta acciones muy concretas que tienen por objetivo reducir los efectos del cambio climático. Estas acciones tienen que ver con que, por ejemplo, el material que se utilice, pueda ser reciclado de manera de minimizar los residuos contaminantes, aprovechándolos en procesos que, de no ser por el reciclaje, utilizarían otros recursos. Por ello, el reciclaje resulta una acción clave en este tipo de paradigma urbano, ya que no solo reduce la cantidad de residuos contaminantes, sino que, evita que extraigamos nuevos recursos para distintos procesos lo que impacta positivamente sobre la cantidad de recursos que explotábamos innecesariamente. Esta es la base de un modo de producir de manera circular.
Sumado a lo anterior, resulta clave en este tipo de modelo intentar hacer uso de todas las fuentes de energía renovables (energía solar, eólica, de las mareas, entre otros que tengamos, debido a que, así, evitamos el desgaste de recursos naturales no renovables. También se debe considerar el hecho de que, generalmente, las fuentes de energía renovable contaminan menos que las que solíamos usar en el pasado.
Otro aspecto a tener en cuenta a la hora de diseñar espacios urbanos sustentables es el de armonizar la ciudad con una cantidad de áreas verdes suficiente, sin que afecte el desarrollo comercial, industrial y residencial, sino que, al contrario, que esos pulmones de la ciudad se integren a éste conformando espacios urbanos sustentables, saludables y humanos.
¿Qué beneficios aporta el desarrollo urbano sostenible?
Las ciudades sostenibles, que son el horizonte al cual apunta el desarrollo urbano sustentable, se basan en tres pilares fundamentales: la sustentabilidad ambiental, económica y social. De este modo, los seres humanos que la habiten podrán disfrutar de una calidad de vida a escala humana. Algunos beneficios que aporta el pensar en el espacio urbano de modo sustentable son los siguientes:
El contar con espacios de uso mixto, vuelve más eficientes los espacios, en una dimensión ecológica, laboral y personal.
Las zonas verdes, además de dotar de espacios en los que los ciudadanos pueden distenderse, mejoran la calidad del aire y reducen la polución.
El ahorro energético, la reducción de residuos y el reciclaje, impacta positivamente al medio ambiente.
Un medio de transporte público estratégico, favorece la circulación de los habitantes de las ciudades, reduciendo la contaminación de este tipo.Para mayor información sobre este tema y otros, visita nuestro blog.
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